viernes, 28 de diciembre de 2018

Gracias Teo


Hace unos días Teo cumplió años y sus padres quisieron invitar a sus amigos, los de Teo, y sus familiares a una pequeña fiesta conmemorativa y entonces al “cumpleañero” se le ocurrió que podrían ir todos juntos al Museo de Ciencias de Onda, cosa que a sus padres no les pareció mal.

Teo había estado meses antes, durante el verano, en el Museo y le encantó. A su padre, que en aquel momento le acompañaba no le pareció mal, dado que le había traído muchos recuerdos de su infancia y vio que al niño también le gustó.

Así es que prepararon la fiesta. Avisaron a sus amiguitos para que el 28 de diciembre, aprovechando el parón escolar de Navidad, todos juntos viajaran hasta Onda para visitar el Museo y, de esta forma celebrar su “cumple”.

Desde diferentes puntos de la provincia de Valencia salieron para estar a las once en el punto de encuentro. Y, más o menos, todos fueron puntuales. A las once en la puerta del Museo. Los primeros en llegar fueron Teo, su hermanita y sus padres los cuales recibieron a sus amigos y, momentos después entraban a conocer las instalaciones.

A Teo se le veía contentísimo. Sus padres, abuelos, tíos, primos y amigos lo felicitaron y comenzaron una visita guiada con preguntas continuas, y un interés por saber y aprender que resplandecía en esos pequeños rostros de pícaros angelitos.

Entraron en el aula donde preguntaron constantemente y vieron unos vídeos sobre mariposas y la evolución del interior de un huevo hasta nacer el pollito. Todos estaban atentos y tras ello, como era una visita de carácter familiar, padres e hijos emprendieron una aventura conjunta para rellenar un cuestionario que favoreciera lo que se denomina la “conciliación familiar”, vamos, como cuando ponen deberes a los niños en el cole y los trabajan conjuntamente. Todos sacaron buena nota y tuvieron su recompensa.

Tras finalizar la visita llegó el momento de la partida y de disfrutar del campo en el Paraje del ermitorio de El Salvador. El sol lucía y la jornada se preveía muy agradable y cuando todos salieron Teo se dirigió a mí y me entregó un pequeño regalo acompañado de un gran regalo que había dibujado para mí, dándome las gracias por la jornada que les había dedicado y fue entonces cuando todo se desplomó al ver el gesto de este niño que, sin ningún motivo, tuvo ese gran gesto que siempre se quedará para conmigo.

Seguro que si sigue así, será una gran persona. Muchas felicidades Teo



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