miércoles, 15 de febrero de 2023

Veo demasiada adulación en el día a día

 Estoy leyendo el libro de Santiago Posteguillo “Roma soy yo” y me doy cuenta de las pocas cosas que hemos inventado, por no decir casi nada en lo concerniente a lo que se refiere al área personal y de sentimientos entre las propias personas.

Y estoy hablando de aquello que las personas poseemos de forma innata como pueda ser el amor, que ayer fue el día de los enamorados; la pasión, la envidia y algo a lo que me quiero referir como pueda ser la adulación, un pecado en el que muchos caemos y no por que lo ejecutemos, sino porque nos gusta que otros lo practiquen para con nosotros y a esos les gusta practicarlo para conseguir algún objetivo concreto y determinado, poder, dinero, posición social, etc.

Digo pues que estoy leyendo este magnífico libro en el que el peloteo al gran Sila, hace que nazcan guerras, conspiraciones y especialmente que la adulación sea algo muy importante para quien quería medrar en la sociedad romana de la época.

Y a lo largo del libro me doy cuenta de las similitudes con nuestra sociedad actual, allá cada cual con lo que pueda pensar con lo que digo y por lo que lo digo. También hay escritos en la Biblia que hablan de estas cosas y nadie cuestiona nada, aunque sí que pueda interpretar lo que en ella se dice.

Pues digo eso porque lo que estoy viendo en la actualidad a algunos niveles es lo de la adulación llevada a su máxima expresión y la cual sólo tiene un objetivo, que el adulado, en correspondencia con la adulación del adulador, conceda a este lo que pretende en la correspondiente parcela de la vida.

Lo estaba viendo en algunas facetas de la vida como pueda ser la deportiva, la política o la social en general, pero la que he visto recientemente en el plano laboral es para echarse a llorar, que una persona torpe, ineficaz demostrado, y hasta cierto punto inculto alcance una vicegerencia de una empresa que factura más de treinta millones de euros es, simplemente, por ineficacia del gerente y por éxito personal del adulador.

Siempre he pensado que una persona mediocre rodeada de gente válida triunfará; sin embargo, una persona válida rodeada de mediocres fracasará de todas todas en cualquier faceta de la vida y si la mediocridad es la tónica dominante y perdura durante mucho tiempo, mal le irá a la empresa.

En fin. Eso. Que estoy viendo mucha adulación en el día a día