Estoy leyendo el libro de Santiago Posteguillo “Roma soy yo” y me doy cuenta de las pocas cosas que hemos inventado, por no decir casi nada en lo concerniente a lo que se refiere al área personal y de sentimientos entre las propias personas.
Y estoy hablando de
aquello que las personas poseemos de forma innata como pueda ser el amor, que
ayer fue el día de los enamorados; la pasión, la envidia y algo a lo que me
quiero referir como pueda ser la adulación, un pecado en el que muchos caemos y
no por que lo ejecutemos, sino porque nos gusta que otros lo practiquen para
con nosotros y a esos les gusta practicarlo para conseguir algún objetivo
concreto y determinado, poder, dinero, posición social, etc.
Digo pues que estoy
leyendo este magnífico libro en el que el peloteo al gran Sila, hace que nazcan
guerras, conspiraciones y especialmente que la adulación sea algo muy
importante para quien quería medrar en la sociedad romana de la época.
Y a lo largo del
libro me doy cuenta de las similitudes con nuestra sociedad actual, allá cada
cual con lo que pueda pensar con lo que digo y por lo que lo digo. También hay
escritos en la Biblia que hablan de estas cosas y nadie cuestiona nada, aunque
sí que pueda interpretar lo que en ella se dice.
Pues digo eso porque
lo que estoy viendo en la actualidad a algunos niveles es lo de la adulación
llevada a su máxima expresión y la cual sólo tiene un objetivo, que el adulado,
en correspondencia con la adulación del adulador, conceda a este lo que
pretende en la correspondiente parcela de la vida.
Lo estaba viendo en
algunas facetas de la vida como pueda ser la deportiva, la política o la social
en general, pero la que he visto recientemente en el plano laboral es para
echarse a llorar, que una persona torpe, ineficaz demostrado, y hasta cierto
punto inculto alcance una vicegerencia de una empresa que factura más de
treinta millones de euros es, simplemente, por ineficacia del gerente y por
éxito personal del adulador.
Siempre he pensado
que una persona mediocre rodeada de gente válida triunfará; sin embargo, una
persona válida rodeada de mediocres fracasará de todas todas en cualquier
faceta de la vida y si la mediocridad es la tónica dominante y perdura durante
mucho tiempo, mal le irá a la empresa.
En fin. Eso. Que estoy
viendo mucha adulación en el día a día